Todo profesional ha estado en la misma situación en algún momento de su carrera, por lo que, si abordas tu búsqueda de empleo con la estrategia adecuada, puedes utilizar tus habilidades y capacidades relevantes para demostrar a los empresarios que eres el candidato adecuado, independientemente de la experiencia que tengas.
 

Cada semestre miles de licenciados universitarios entran con entusiasmo en el mercado laboral, quienes compiten contigo por las mismas vacantes. Todos tienen un título universitario, una nota media sólida, una o dos prácticas estudiantiles, actividades extracurriculares, trabajo voluntario...Por eso te tienes que centrar en qué te hace diferente.

Tu próximo trabajo podría estar a la vuelta de la esquina, sigue leyendo para descubrir algunos tips para poder conseguirlo.

1.- Encuentra una conexión personal

Aunque la mayoría de los puestos se encuentran mediante anuncios en Internet, nunca está de más preguntar a tus conocidos o amigos si saben de alguna vacante. Ten presente que esto puede jugar a tu favor, ya que conocer a alguien en la empresa que hable bien de ti puede ayudarte a que te tengan en cuenta, aunque carezcas de experiencia.

Conectar con gente en LinkedIn es una forma estupenda de hacer un seguimiento de tus contactos personales, como compañeros de clase, profesores, antiguos compañeros de trabajo y jefes, ¡e incluso amigos de tus padres! Es posible que estas personas no te consigan el puesto, pero te podrán abrir una la puerta o ayudar a arrojar un poco de luz sobre tu candidatura.

2.- Acepta oportunidades mal pagadas o no remuneradas

Una forma de conseguir la carrera que deseas es trabajar desde abajo. Busca un puesto de principiante o incluso unas prácticas y acumula experiencia a partir de ahí. Puede que no te paguen tan bien como te gustaría, pero te aportará habilidades laborales fundamentales que podrás incluir en tu currículum.

Si no puedes permitirte recortarte el sueldo, intenta encontrar algo a tiempo parcial o lo suficientemente flexible como para permitirte obtener los ingresos que necesitas de otro trabajo.

3.- Adapta tu currículum

Tu currículum es tu oportunidad para destacar el valor que puede aportar a tu próximo empleador. Cada puesto tiene necesidades diferentes; por ello, es importante que adaptes tu CV a cada vacante específica para mejorar tus posibilidades de conseguir una entrevista.

No es tarea del reclutador conectar los puntos de tu currículum con la descripción del puesto. Seguramente tiene cientos de currículos que revisar, así que no lo hagas trabajar más.

4.- Haz hincapié en tu educación y tus actividades extraescolares

La experiencia laboral no es lo único que nos prepara para un trabajo: nuestra formación previa y las actividades extraescolares también lo hacen.  Por lo que te recomendamos considerar la posibilidad de hacer hincapié en las habilidades que has desarrollado a través de tus estudios o como parte de una organización.

5.-Prepárate para la entrevista

Una entrevista es, sin duda, la mejor situación para abordar tu falta de experiencia y el mejor lugar para vender tus otros puntos fuertes. Recuerda: si puedes hacer el trabajo es sólo uno de los factores que tiene en cuenta el entrevistador, junto con tu motivación y tu adecuación a la cultura de la empresa.

De igual forma, aprovecha al máximo el encuentro. Toma notas; lleva una libreta y recopila información que te puede ser de utilidad en el futuro. También haz tus propias preguntas, lo que te hará parecer comprometido, motivado y atento.
 

• ¿Por qué está disponible esta vacante?
   
• ¿Puedes darme más información sobre las responsabilidades diarias?
   
• ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en esta empresa?
   
• ¿Cuál es el siguiente paso en el proceso de la entrevista?

Quizás no consigas el trabajo en tu primer intento, pero después de un tiempo encontrarás la forma perfecta de abordar las entrevistas. Recuerda, la práctica hace al maestro.